En que consiste la cirugía de hombro y quienes se pueden beneficiar de ella

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Es muy probable que hayas escuchado a algún conocido cercano mencionar que “me dijeron que me tengo que operar el hombro”. El primer concepto que tratamos de transmitir siempre a nuestros pacientes que padecen de un problema de hombro y que tienen esta inquietud, es que la decisión y necesidad de someterse a una intervención quirúrgica siempre será del propio paciente, y no del médico. El especialista de hombro sugerirá esta opción, cuando el paciente sea buen candidato para operarse. Esto quiere decir en pocas palabras que, a los pacientes que mejor les va tras su cirugía de hombro, son aquellos que fueron bien seleccionados por el especialista. No hay mejor resultado que en el paciente que fue bien seleccionado, o como coloquialmente decimos, siempre hay que saber escoger que batallas queremos luchar para tener la mayor posibilidad de ganarlas. A continuación, describiremos en términos generales que pacientes son los mejores candidatos para tomar la decisión de someterse a una cirugía de hombro, y ante qué circunstancias.

El primer aspecto importante que se debe de considerar, es el tiempo y la forma en que se presenta este problema en la vida del paciente. De manera concreta, ¿Cuánto tiempo tiene este dolor presentándose? ¿Con que frecuencia se presenta? y ¿Que tan intenso es el dolor?. Las respuestas a estas preguntas básicamente reflejan el grado de afectación que la persona tiene en su calidad de vida, y esto traduce la urgencia con la que requiere atenderse. Esto no quiere decir que el paciente se tenga que operar, sino más bien, empezar a atender de manera correcta y objetiva su problema. Sin embargo, hay que tener en mente que entre más tiempo ha persistido un problema, más complejo resulta resolverlo. Por lo tanto y tomando esto en cuenta, aquel paciente que tiene mucho tiempo (en general 6 meses o más) con síntomas persistentes de dolor en el hombro y que ha sido sometido a tratamiento con rehabilitación y   medicamentos sin respuesta favorable, serán los que más se beneficiaran de una cirugía de hombro. Por el contrario, si el dolor tiene poco tiempo y los síntomas son leves o moderados, vale la pena esperar e insistir en el tratamiento sin cirugía.

Otro factor importante a considerar es la manera en que se han estado presentando estos síntomas. El mejor escenario para ejemplificar esto es el siguiente. Si tu problema de hombro mejora con reposo del brazo, medicamentos y algo de fisioterapia, pero vuelve cuando te reincorporas a tus actividades o demandas físicas (en el caso de un trabajador que carga cosas pesadas o un deportista que usa su hombro para entrenar), y constantemente tienes que volver a pasar por este ciclo (reposo, medicamentos, etc), quiere decir que alguna estructura dentro de tu articulación no está funcionado adecuadamente.

Normalmente cuando una articulación no funciona bien por una lesión estructural (ej. lesión de ligamento o tendón) termina inflamándose, y la inflamación se traduce a dolor. Es por eso que mejora con las medidas antiinflamatorias como medicamentos y fisioterapia. Sin embargo si nuevamente al exigirle a la estructura lesionada se vuelve a inflamar y generar dolor, quiere decir entonces que la inflamación repetitiva es solo la manifestación del problema estructural (el problema de base), que es lo que amerita resolverse. Este concepto es de suma importancia que los pacientes lo tengan en mente, porque la cirugía solo se utiliza para reparar estructuras lesionadas, y no para mejorar inflamación. Es por eso que lo problemas inflamatorios como tendones inflamados (tendinitis de los tendones del manguito rotador) no son generalmente los mejores candidatos para cirugía, mientras que los tendones rotos (ruptura del manguito rotador) son en esencia, los mejores candidatos para someterse a una reparación de manguito rotador (cirugía).

Otro factor de suma importancia ante la toma de esta decisión, es la expectativa del paciente basado en la demanda física que tiene. Si una persona utiliza su hombro solo para actividades de baja demanda física como trabajo de oficina, quehaceres del hogar, etc. es posible que perciba su problema como una molestia que no limita su vida. Por otro lado, un deportista que su hombro no le permite realizar su actividad deportiva libre de dolor, seguramente lo vera como una gran limitante en su vida. Aunque esta situación se trata de algo subjetivo, comúnmente la mejor forma de arreglar un hombro lastimado, será reparándolo.

La indicación inminente para someterse a una cirugía de hombro, siempre será la persistencia del problema. En pocas palabras, un dolor que persiste o que mejora solo transitoriamente y vuelve, siempre deberá ser el motivo  para tomar esta decisión.

La cirugía particularmente de hombro a evolucionado muchísimo en las últimas dos décadas (es la articulación en la que mayor avances en las técnicas quirúrgicas se han desarrollado). Anteriormente todos estos problemas se resolvían quirúrgicamente mediante cirugía abierta (a cielo abierto), sin embargo con la introducción de la cirugía artroscópica (cirugía realizada por incisiones pequeñas o agujeros mediante la introducción  de una cámara e instrumentos) muchos de los procedimientos previamente realizados con cirugía abierta de hombro, han ido siendo sustituidos mediante cirugía artroscópica.

Es importante dejar claro que la artroscopia de hombro solo se trata de una manera de operar esta articulación. Explicando esto de manera más objetiva, solo se puede operar un hombro a través de cirugía abierta o artroscópica, de tal manera que las estructuras pueden ser reparadas de ambas formas.

Algunas de las ventajas de la artroscópica de hombro sobre la cirugía abierta son:

1.-Al tratarse de microcirugía, se logra obtener diagnósticos más finos al momento de entrar y explorar la articulación, lo cual determinara que estructuras deberán reparase y como.

2. El tiempo de recuperación es relativamente mas rápido, puesto que al no realizar incisiones grandes, no hay necesidad de cortas tejidos superficiales para llegar a las zonas más profundas donde se desea trabajar.

3. En particular, la cirugía artroscópica de inestabilidad (dislocación o subluxación de hombro) permite reparar los tejidos con mayor detalle y fineza. La artroscopia de hombro ha casi remplazado por completo a la cirugía abierta en esta patología en especial.

4. Por último y menos importante desde el punto vista mecánico y funcional, las heridas son más estéticas y pequeñas.

Las estructuras que más frecuentemente requieren ser reparadas o intervenidas en el hombro son:

1.     Reparación de los Tendones de Manguito Rotador. Las estructuras que más frecuentemente se lastimas o rompen en el hombro, son los tendones que lo mueven. El tendón que más frecuentemente requiere ser reparado, es el tendón del Supraespinoso, el cual es uno de los dos principales elevadores del brazo.

2.     Descompresion Subacromial. Este procedimiento consiste en limar y rebajar el techo del hombro para dar mayor espacio a la zona donde se encuentran los tendones del manguito rotador. Este procedimiento se realiza en tendones que están inflamados porque chocan con el techo (Acromion) o propiamente que ya han sido rotos por el choque constante.

3.     Reparación de Labrum. Esta estructura básicamente consiste en el menisco o empaque de la articulación, que mantiene el hombro dentro de su lugar. En los pacientes que su hombro se ha dislocado, este empaque se rompe y generalmente requiere ser reparado para evitar que siga saliéndose de su lugar.

4.     Sustitución protésica del hombro o Prótesis de hombro. En esta cirugía básicamente se sustituye la articulación por una prótesis. En términos generales existen dos tipos de prótesis de hombro: la anatómica y la reversa (o invertida). La prótesis anatómica se coloca cuando el problema principal es el desgaste del cartílago del hombro, comúnmente se coloca en adultos no tan mayores (debajo de 65 años). A diferencia de la prótesis reversa de hombro, que se coloca cuando los tendones del manguito rotador no son posibles repáralos o se han vuelto a romper posterior a una cirugía. Comúnmente se colocan en adultos mayores (arriba de 65 años).

En conclusión, los mejores resultados después de una cirugía de hombro siempre se verán en el paciente que es cuidadosamente seleccionado, y en manos de una especialista en cirugía de hombro. Esperamos que este blog informativo sea de ayuda a nuestros lectores que presentan un problema de hombro, y a entender de manera más detallada cuando es que se debe de tomar la decisión de someterse a una cirugía de hombro.

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