Como recuperarte de tu cirugía articular: tips y recomendaciones

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El primer concepto clave que debemos de tener en mente, es que “el movimientos es vida”. El hecho de poder movernos y desplazar nuestro cuerpo libre de dolor a donde queramos, es gracias al correcto funcionamiento de nuestras articulaciones. Por lo tanto, una articulación que no se mueve o utiliza por un tiempo prolongado sufrirá un proceso de degeneración, conllevando a la limitación de la función para la cual está diseñada.

Las articulaciones del cuerpo tienden a ser vulnerables a lesiones tanto por accidentes, así como por sobreuso o sobrecarga repetitiva (ej. el ejercicio o prácticas de deportes). Un gran número de estas lesiones se resuelven mediante la identificación de alteración mecánica, terapia física y posteriormente un buen acondicionamiento físico. Sin embargo, algunas de estas lesiones ameritaran de un procedimiento quirúrgico para corregirlas, y es de suma importancia para nuestros lectores saber lo siguiente:

1.     Arreglar adecuadamente la articulación mediante una cirugía depende del médico especialista.

2.     La recuperación adecuada de la función articular y reincorporación a las actividades físicas, dependerá en gran parte de las entendimiento, voluntad, y las ganas que le eche el paciente.

Cuando una articulación ha sido sometida a una cirugía, el paciente debe de estar preparado y mentalizado a que deberá existir un proceso de recuperación adecuado de dicha articulación, y una parte fundamental en este proceso es que el paciente tenga noción del porqué, y como deberá ser este proceso de recuperar su función articular. A continuación explicaremos a grandes rasgos el orden y las etapas que se deberán seguir para una recuperación adecuada. Cabe mencionar, que las indicaciones especificas en cuanto a la recuperación deberán estar pautadas por el médico tratante.

Algunas de las cirugías más frecuentes de las articulaciones, para las cuales hemos hecho este blog informativo para nuestros lectores son:

Cirugía de Rodilla o artroscopia de rodilla: cirugía o Lesión de meniscos, cirugía de ligamento cruzado anterior, Cirugía de desgaste de cartílago.

Cirugía de hombro o Artroscopia de hombro: Lesión de manguito rotador o reparación del manguito rotador, Reparación de labrum por inestabilidad de hombro (dislocación del hombro), tendinitis del manguito rotador.

Cirugía de Codo: tendinitis de codo o epicondilitis.

Cirugía de mano: Dedo en gatillo, Quistes sinoviales, Síndrome de túnel del carpo.

Cirugía de tobillo o artroscopia de tobillo: síndrome de pinzamiento de tobillo, inestabilidad de tobillo o cirugía de reconstrucción de ligamentos del tobillo

Cirugía de columna: Hernias de disco.

Restablecer o recuperar el rango de movimiento completo.

Generalmente cuando se repara alguna estructura dentro de una articulación, algo de reposo es requerido para lograr que este tejido reparado cicatrice y no se rompa con el movimiento. Sin embargo, el concepto de mantener inmovilizada la articulación prolongadamente para proteger lo que se hizo en la cirugía, puede llevar a consecuencias como la rigidez postoperatoria.

El primer objetivo durante las primeras 3 a 6 semanas (dependiendo la cirugía realizada y la articulación) es recuperar el rango de movilidad completo de la articulación. En términos generales, las articulaciones que menos toleran la inmovilización prolongada son las articulaciones que se encuentran en la extremidad superior, como son el hombro, codo, muñeca y mano. Otras articulaciones como la cadera, rodilla, tobillos y pies, tienden a tolerar un poco más la inmovilización. Sin embargo, independientemente de la articulación, lo ideal es comenzar a darles movilidad dentro de los primeros 15 días de postoperatorio.

A este proceso lo llamamos la “movilidad pasiva”. Para explicar un poco mejor esto es importante diferenciar entre las dos siguientes formas de movimiento de una articulación:

1.     Movilidad pasiva. Cuando movemos una articulación sin activar nuestros músculos. Esto quiere decir que la movilidad está siendo dada por un una fuerza externa a la articulación. Por ejemplo, el fisioterapeuta será el encargado de mover la articulación (ej. hombro o codo), mientras que el paciente no deberá activar sus músculos para mover la articulación.

2.     Movilidad Activa. Cuando el paciente activa a sus músculos para mover la articulación.

Estos dos tipos de movilidad tienen diferentes intenciones. La movilidad pasiva tiene como intención evitar que se formen cicatrices dentro de la articulación que pueden llegar a restringir el movimiento, o en pocas palabras rigidez articular. Mientras que la movilidad activa tiene como finalidad activar los músculos para generar fortalecimiento muscular.

En la primera fase de recuperación tras una cirugía articular, la movilidad pasiva es esencial dentro de las primeras 2 a 6 semanas, con la finalidad de recuperar el rango de movimiento y evitar formación de adherencias o cicatrices que limiten el movimiento. Esta primera etapa es de suma importancia, puesto que entre más tiempo tarde una articulación en recuperar su rango de movilidad, más difícil será lograrlo conforme vayan pasando las semanas. Por lo tanto, no es conveniente pasar a la siguiente etapa de recuperación hasta no haber logrado que el rango de movimiento de dicha articulación se haya recuperado por completo. Cabe mencionar que, la rigidez postquirúrgica de una articulación, es una de las causas más frecuentes por las cuales un paciente tiene que ser sometido nuevamente a una cirugía articular.

Recuperación del tono muscular, fortalecimiento de la articulación y recuperación de la propiocepción

Una vez recuperada la movilidad completa, se deberá continuar con el fortalecimiento muscular o “movilidad activa” (previamente mencionada). Los músculos que rodean a la articulación afectada están encargados de darle estabilidad y potencia para las demandas funcionales de dicha articulación.  Por ejemplo, para poder caminar la rodilla requiere que el cuádriceps o musculo del muslo tenga la potencia suficiente para poder mantenernos de pie y subir escaleras.

Existen varias formas de ejercitar los músculos para fortalecerlos, y en general es recomendado que estos ejercicios sean paulatinamente incorporados bajo supervisión del fisioterapeuta. Inicialmente se le exige ejercicios de poca resistencia al musculo, y conforme va mejorando la fuerza se pasará a ejercicios más demandantes (ej. ligas o bandas de resistencia). Esta etapa generalmente comienza entre la 3 semana de postoperado y puede durar hasta los 4 o 6 meses. A este periodo se le conoce como rehabilitación funcional, puesto que implica el trabajo funcional de los músculos de la articulación para reincorporar al individuo a su vida cotidiana. A diferencia de la fisioterapia donde nos colocan aparatos, la rehabilitación funcional es tarea 100% del paciente, puesto que se trata de un programa de ejercicios que se deberán realizar tanto en el centro de rehabilitación, como en casa o gimnasio.

Otros ejercicios que se implementan en conjunto durante este periodo, son los ejercicios de propicepción. Estos ejercicios restablecen la noción del posicionamiento de nuestra articulación en el espacio. Esto suena muy complejo, sin embargo te lo explicamos de una forma más sencilla. En condiciones normales, un sujeto sabe en dónde está su mano sin necesidad de voltear a verla, esto quiere decir que en condiciones normales sabemos dónde están ubicadas todas las articulaciones de nuestro cuerpo sin la necesidad de voltear a verlas. A esta capacidad en las personas con articulaciones sanas se le llama “Propiocepción”. Cuando se ha realizado una cirugía o se ha sometido a un reposo o desuso prolongado a una articulación, esta propiocepción se desactiva, y requiere reactivarse.

Por lo tanto y en conjunto, la movilidad activa, fortalecimiento muscular y ejercicios de propiocepción, brindan a la articulación estabilidad, seguridad y potencia muscular. Una vez logrado estos tres parámetros, básicamente la función normal de la articulación se ha restituido tras el procedimiento quirúrgico.

Reincorporación a vida deportiva y prevención de nuevas lesiones

Una articulación que fue intervenida mediante una cirugía, amerita mantenimiento físico, y este se lleva a cabo con el deporte dirigido y controlado que involucre dicha articulación. Esta situación es de suma importancia, porque no aplica solo para quien hacia deporte previamente, sino también para quien no realizaba deporte antes de su cirugía y quiere evitar volver a tener problemas con la articulación intervenida.

A continuación te sugeriremos algunas actividades físicas que se recomiendan para ciertos problemas de las diferentes articulaciones:

Natación. Es por excelencia uno de los mejores deportes a practicar, puesto que involucra gran parte de los músculos del cuerpo y evita impacto o sobrecarga de las articulaciones. Se recomienda para problemas de Hombro, cuello, espalda alta y baja, así como para problemas de caderas y rodillas.

Bicicleta Estática. Básicamente pone a trabajar los músculos de las piernas y en particular los de la rodilla. Se recomienda ampliamente para mantener buena función y protección de las rodillas. Es importante mencionar que puede empeorar problemas preexistentes de la región lumbar por la posición

Pilates Reformer (cama móvil). Este tipo de ejercicios fortalece a área del tronco, específicamente el abdomen, región lumbar y flexores de cadera y glúteos. Se recomienda para problemas de espalda baja, así como para problemas relacionado con las caderas.

Remo. Mejora la función de los músculos dorsales y los músculos que rodean a los omoplatos. Mantiene en buen estado las articulaciones de los hombros.

Por último, es importante diferenciar entre el deporte competitivo y no competitivo. Para lograr practicar alguno de los deportes que se practican en grupo o con contrincantes, primero se deberá lograr realizarlos de manera recreativa, y posteriormente de manera competitiva, dado a que en los deportes competitivos es donde mayor riesgo de presentar una nueva lesión existe.

En conclusión, el proceso de recuperación posterior a una cirugía articular influye determinantemente en el resultado funcional de nuestros pacientes, es por eso que consideramos que una pieza clave para el buen resultado de nuestros pacientes, es tenerlos bien informados acerca de su proceso de recuperación.

En Centro de Especialidad Articular cuidamos y atendemos tus articulaciones. Somos expertos en tratar las diferentes articulaciones del cuerpo, y contamos con un equipo especializado de Ortopedistas en la ciudad de Mérida. ¡Acércate a nosotros y resuelve tu problema articular!

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