La rodilla consiste en una articulación de carga, y presenta dos meniscos (interno y externo) que sirven básicamente como amortiguadores para disminuir la carga transmitida entre el cartílago del fémur y la tibia durante la marcha. Estas estructuras o amortiguadores con el paso del tiempo conforme se van desgastando, van perdiendo la capacidad de proteger al cartílago articular, y eso por eso que con la edad avanzada, la articulación sufre un desgaste natural progresivo.
Es por eso, que es de suma importancia mantener los meniscos sanos y funcionales, para proteger el cartílago y evitar un desgaste prematuro de la articulación de la rodilla.